domingo, 13 de enero de 2013

Sinceramente tuyo.


Un domingo muy común,
La tarde, un vaso de vino,
Absorto en lo que dijimos y lo que no
Como la antigua videocasetera del abuelo.

Me sucede a menudo, sí
Esta memoria desgastada,
Que ya no distingue de la realidad
Y sus fantasías contigo lejos de mí.

Una mosca que se posa
Sobre el vaso ahora vacío
Buscando el azúcar de mis labios,
¿Serás tú quien la envió?

Por eso no la puedo aceptar,
Esta idea obtusa,
Que solo a través del móvil
Puedas ser mía.

Esta ausencia tuya, esta distancia,
Cada centímetro que nos separa
Rascan estas llagas que solo piden tu tacto
Y mi corazón triste permanece inquieto.

Porque estoy seguro de que así mi amor podrá alcanzarte.

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