lunes, 13 de agosto de 2012

¡Oh! Amor de verano.


Cuando se acabe el verano y los días en la alberca con los chicos corriendo de un lado a otro se hayan ido, cuando el sol comience a ocultarse más temprano, y cuando la brisa del mar que roza tu piel ya no me sepa dulce, tu amor de temporada se me habrá escapado de las manos, y yo solamente lo dejaré ir como el viento, acariciando hasta su última molécula sin que siquiera notes que me importa, siempre he tenido talento aparentando. Y no es que quiera decir cosas que no siento, o ser alguien más, pero acaso debería derrumbarme sobre ti, pues no, esta vez me pondré bolas  “¡Vete! Y no vuelvas, que conmigo no serás feliz” mientras en mi mente ensordece un silencio que suena a “Adiós, mi amor”.

Porque si yo no soy fuerte, ¿Quién más lo será?