viernes, 26 de octubre de 2012

El primero en enamorarse pierde.



Se te da muy bien por hablar, mas cuanto podría durar su significado. Decir cosas como un te quiero ya representan gran valía, y más si confiesas el haberte enamorado de mí. Silenciar tus celos no te sienta bien, pídeme que sea tuyo como solías, o ¿Es qué acaso nunca lo dijiste en serio? No puedo pertenecerle a alguien que me querrá solo cuando la semana se esté acercando a domingo.
Nunca supliqué ser tu consolador, tampoco imaginé tener que conformarme con sobras del cariño de una tercera. Pues sí, me enamoraste con falsos enunciados de amor, me embriagaste con promesas a medias y anticipaste mi decepción, pero el puto corazón quiso hacerse al loco, tal vez debido a que aseguraste que lucharías contra ello, y ¿Dónde coños quedó el amor? Solo tú lo puedes responderme.
No deseo tu cuerpo, ni tampoco pido tu sexo, tal vez me habría fascinado que me dedicaras una pieza de tu bella alma. ¡Felicitaciones, tú ganas!

No hay comentarios:

Publicar un comentario